22 enero 2009

De espías, modelos, ministros bombilla y la socialdemocracia obamita

Espana está más esperpéntica que nunca, hasta Vallé-Inclán estaría más que inspirado para un nuevo Martes y Trece.

Estos últimos días han dado de sí. Primero salió la niña del exorcista, Soraya Sáenz de Santamaría, la más horrorosa portavoz parlamentaria que el PP ha tenido jamás. Olvidándose de las críticas -justificadas- del PP a las ministras florero del primer gobierno ZP que en 2004 posaron para la revista Vogue -junto a Madame Plissé-, se puso a posar en un vestido igual de horroroso que ella para dar la nota, con su cara de becaria y sus patas de belcebú. Y encima salió Rajoy diciendo que no deberían haber criticado a la Vicevogue. En fin, son las consecuencias de la metamorfosis kafkiana.

El segundo asunto esperpéntico de la semana es el espionaje aguirrista a los gallardonitas. No sé si verlo como una broma, un intento de los gallardonitas de derribar a Doña Esperanza con un Manzanaresgate o una maniobra de los zapateristas pepiñones de sembrar la cizaña, pues parece inverosímil de cabo a rabo. ¿Por qué el PP de la Comunidad de Madrid espiaría al vicealcalde Cobo del PP de Madrid capital para conocer no sé qué movimientos de éste? ¿Que tiene que ver con la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid? ¡Señor, ten piedad! Está claro que la presidenta Aguirre es una espina muy molesta en el costado de Albertito (y una piedra afilada en el zapato de los socialistas madrileños), y más de uno tendrá interés en desacreditar a ambos.



Pero el esperpento de órdago nos lo ha servido -como no- el gobierno de Zapatero. Más bien son dos, uno convexo y otro cóncavo. No basta con que el presidente de lo que él mismo llama Gobierno de España animara a consumir desenfrenadamente y a ahorrar energía para salvar la economía espanola y equilibrar la balanza de pagos, ahora ha salido nuestro ministro bombilla (me llamo Qué, Miguel Qué) -al más puro estilo franquista de la autarquía- llamando a consumir sólo productos españoles para mejorar la situación económica de España. Luces que tiene uno, aunque sólo sean de bohemia y de bajo consumo. Sólo que al ministro bombilla se le ha pasado por alto que si los demás ciudadanos europeos piensan en la misma línea, ¿a quién vendemos los productos españoles en Europa? Y no sólo eso. No estaría mal que lo que se llama Gobierno de España diera ejemplo y no comprara los uniformes de ejército y polícía en China o sus coches oficiales en Alemania. ¿Acaso quedan industrias importantes en manos españolas? No sé qué bombilla se le ha encendido a Miguel Qué, pero seguramente no la de arriba.

Esto nos da una idea de lo que hay detrás del gran Plan E lanzado recientemente por nuestro Gran Líder Alicio en el País de las Maravillas, con E de esperpento. La miembra más audaz del ejecutivo esperp..., perdón, espanol, Bibí se ha Ido, lo ha elogiado en su estupendo blog titulado Amanece en Cádiz (título que se deberá a que gobierna el PP en la ciudad, porque de lo contrario no habría ya luz ni con las bombillas contaminantes del ministro, llenas de mercurio. Pero quizás debería llamarse Plan A, con A de autarquía, lo que haría intuir, al menos, que debe haber un plan B, por si acaso, pero a tanto no llega ya este ejecutivo.

Y esperpento numero cuatro: Según Zapatero, el discurso de Obama de ayer ha sido netamente socialdemócrata. Este es un punto de vista interesante, pues resulta que la nación, la patria, la historia, la grandeza de una nación y la confianza en Dios son valores socialdemócratas. Con esta conclusión, Alicio Zapatero ha demostrado nuevamente sus escasos conocimientos del inglés y que no debe haber recurrido ni a la traducción al español del discurso. Y es que mirarse en espejos convexos y cóncavos da una idea equivocada de la realidad. Al lado del desastre de 2009, él de 1898 va a parecer una anécdota.


2 comentarios:

Pocomancha dijo...

La vida política cada vez es menos seria, debían aglutinarse todos en una mega casa de gran hermano y que telecinco se encargase de escribirles los guiones.

Anónimo dijo...

Las elecciones en los EEUU se libran entre dos partidos liberales, conservador o progresista, mientras que en España son entre partidos autoritarios, de izquierda o de derecha, pero autoritarios todos, no digamos los nacionalistas.

Esa es una gran diferencia que hace que lo que allí es grandioso aquí es servilmente zapatético.