19 junio 2009

Un nuevo atentado y las lágrimas de cocodrilo de los políticos

Es muy triste que hoy tenemos que asistir a un nuevo episodio de la serie inacabable de atentados mortales de ETA. También esta vez, ETA ha acabado con la vida de un funcionario de escala inferior -un inspector de policía- que nada tiene que ver con las reivindicaciones de los terroristas separatistas vascos, pues no pertenece al gremio que podría -si procediese- tomar alguna decisión al respecto.

Es muy fácil matar a personas políticamente irrelevantes y desprotegidas. Las matan miembros de la banda terrorista que luego son homenajeados por sus seguidores como héroes, héroes cuyas hazañas consisten en actos tan cobardes como pegar una bomba lapa en un oche, colocar coches bomba en la calle o matar a bocajarro y por la espalda a personas indefensas. La prensa suele hablar de víctimas inocentes. ¿Acaso puede haber víctimas culpables?

El presidente del gobierno, en otra de sus intervenciones cínicas, ha vertido las típicas lágrimas de cocodrilo al manifestar su "firmeza y determinación inquebrantable" para acabar con ETA. La misma firmeza y determinación que demostró cuando a pesar de los atentados como él de Barajas sus enviados y el actual presidente autonómico vasco López se sentaban en la mesa con los etarras y sus brazos políticos para hablar sobre la paz, este último echando unas risas delante de las cámaras sentado frente a Otegui.

Por su parte, Mariano Rajoy se ha mostrado convencido de que la derrota de ETA está "más cerca que nunca". Si mal no recuerdo, eso lo llevan diciendo diez, veinte años, sin que la situación haya cambiado realmente, aunque ahora haya menos atentados, no por último gracias a la determinación y firmeza de la policía francesa, posiblemente porque Francia ha visto que las reivindicaciones sobre el País Vasco francés podrían materializarse si no actuaba a la vista de la condescendencia de Zapatero con la banda terrorista durante sus primeros años de mandato.

Los recientes descubrimientos de zulos de ETA, como él de Las Rozas de Madrid, posiblemente han evitado más atentados durante la campaña electoral. Pero fueron hallazgos fortuitos por algunas obras en el lugar de los zulos y no resultado de la lucha antiterrorista del gobierno.

Es lógico que tras un atentado llueven las condenas por parte de los políticos. Pero en su mayoría no hacen más que verter lágrimas de cocodrilo, porque ellos no tienen que temer por su vida. Unos porque algunas veces se sientan con los etarras o sus ayudas de campo como Otegui, otros porque sus acciones tampoco van mucho más allá de las buenas palabras. Si Zapatero hubiese seguido con la política de Aznar en materia antiterrorista, tal vez habrían acabado con la banda. Que ahora siga habiendo atentados es, precisamente, porque Zapatero y López se pasaron varios años tendiendo la mano a los etarras y dándoles oxígeno. Por eso, las palabras de Zapatero no suenan sino a cinismo, la característica más destacada del discurso del peor presidente de gobierno que ha tenido España en las tres décadas y media de nuestra democracia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una lástima, pero lo cierto es que ha sido ZP quien ha dado más alas al terrorismo, a la vez que está criando cuervos en Galicia y Cataluña para que le saquen los ojos a España.

Y lo de Francia... hasta que no le vea las orejas al lobo no reaccionará como es debido. Pero mientras tanto disfruta al vernos en aprietos, como ha hecho a lo largo de la historia.

Un saludo.

Atreides dijo...

Es cierto que ETA llegó a ser fuerte en los 70-80 gracias a Francia, que daba cobijo a ETA y permitía que se organizara. Si hoy actúa contra ETA es por interés, no quieren que el P.V. francés crea problemas a la Grande Nation.