03 agosto 2009

Zapatero, un republicano que vive a cuerpo de rey en plena crisis

El fin de semanapasado el presidente del Gobierno y su familia se desplazaron hasta la isla de Lanzarote, a la residencia real de La Mareta, que el Rey jordano regaló a Don Juan Carlos en 1991 y en la que ZP gastó 271.000 euros en reformar, donde este año disfrutarán de las vacaciones de verano en lugar del Coto de Doñana.

Muy a diferencia de muchos jefes de gobierno europeos, las vacaciones de Zapatero parecen las de un rey árabe con un séquito importante: 110 personas acompañan en su estancia a la familia del presidente del gobierno. En plena crisis, esta ostentación pagada con dinero público es una falta de respeto hacia los ciudadanos y una irresponsabilidad, a parte de que no parece necesario llevarse a tantos colaboradores, pues se supone que son vacaciones, no el traslado del gobierno a la residencia de verano.

Fuentes oficiosas consultadas por El Confidencial Digital explicaron que la familia Rodríguez Zapatero (el presidente, su esposa, Sonsoles Espinosa, y sus dos hijas, Laura y Alba) iban a viajar en un avión del Ejército, especialmente fletado para el viaje desde Madrid a Canarias.

En ese aparato militar se desplazarían también los integrantes de los equipos de servicio que trabajaron en la finca La Mareta durante la estancia del presidente y su familia.

En todo el continente europeo sólo hay un presidente del Gobierno que carga los gastos de sus vacaciones de verano a las arcas públicas: José Luis Rodríguez Zapatero. Los españoles somos los únicos ciudadanos que pagamos de nuestro bolsillo el descanso del presidente en el palacio de la Mareta.

Lo que los republicanos suelen criticar -injustificadamente- de la Monarquía es que cuesta mucho dinero, argumento mil veces rebatido con cifras. Pero que un republicano como Zapatero, que lleva cerca de seis años sin demostrar capacidad alguna para resolver problemas, viva a cuerpo de rey en una residencia real habilitada para este fin con un elevado coste para el erario público y rodeado por un séquito que no se le ocurriría llevar a ninguno de los gobernantes europeos actuales, demuestra que los que argumentan contra la Monarquía en realidad pretenden convertirse ellos en reyes medievales rodeados de abundancia y abandonando al pueblo a su suerte. Pero a la vista de lo que hay, tal vez sean las últimas vacaciones como presidente de gobierno.


1 comentario:

Neurotransmisores dijo...

Como dice el refrán: "haz lo que yo digo pero no lo que yo hago".

Saludos.