28 marzo 2010

UPyD es un fraude, C's es la gran alternativa para Cataluña

Al ritmo que se acercan los comicios autonómicos del próximo otoño en Cataluña, aumenta cada vez más el número de encuestas sobre intención de voto. Como es lógico, los medios controlados por los grandes partidos no publican encuestas objetivas y fiables, sino manipuladas para intentar orientar el voto hacia los partidos que a ellos les interesa fortalecer, lo que constituye no sólo un acto contrario a los principios de la democracia y del pluralismo, también es un acto de desprecio del ciudadano como individuo libre que debe decidir con buen criterio qué partido desea que le gobierne.

Estos comicios autonómicos son cruciales para el futuro de Cataluña como comunidad autónoma inserta en un estado democrático de derecho como es o proclama ser el Reino de España. España es un estado de derecho nominal cuyas instituciones están bastante lejos de salvaguardar esta condición, pues en lugar de administrar con objetividad y la diligencia de profesionales responsables el buen funcionamiento del estado, los altos magistrados deciden en función de sus filiaciones políticas. Sólo así es posible que los nacionalistas extremistas campen a sus anchas y suspendan la aplicación de los principios consagrados en la Constitución Española de 1978 que garantizan o deberían garantizar ciertos derechos a los ciudadanos cuyo ejercicio, sin embargo, es objeto de multas y represión especialmente en la comunidad autónoma catalana, que se rige por un estatuto de autonomía manifiestamente contrario a la Constitución y que desde hace casi cuatro años está pendiente de la evaluación por el Tribunal Constitucional, lo que constituye una grave irresponsabilidad y es resultado de una situación impropia para un estado de derecho que se precie: la ausencia de un poder judicial completamente independeinte del poder ejecutivo y del poder legislativo.

Según las encuestas que parecen más fiables, una del CEO y otra -la primera- publicada La Vanguardia, dan la victoria a Convergencia y Unión (CiU), incluso con la posibilidad de una mayoría absoluta, una pérdida considerable de votos para ERC (prácticamente un tercio de su actual representación parlamentaria), que se lleva así  la mayor parte del desgaste por la mala gestión del tripartito, pérdidas ligeras para el PSC (alrededor de un 10% de sus escaños), y eso a pesar de que Montilla es la cabeza visible y el máximo responsable de una gestión a todas luces deficiente, pérdidas mínimas para los comunistas pintados de verde de ICV, lo que tampoco parece muy comprensible siendo ellos parte de este gobierno de mala gestión y nacionalismo feroz, pérdidas ligeras también para el PP y el mantemimiento de la representación de Ciudadanos (C's). Del Club de Amigos de Rosa Díez ni se habla, y los partidos extremistas de nueva formación como PxC y el Reagrupament del patético presidente del FC de Barcelona parecen ser opciones con pocas posibilidades.

Cataluña se encuentra ante una encrucijada que podría llevar a un punto de no retorno bastante peligroso tanto para las libertades en Cataluña como para la unidad nacional de España. Si fueran reales los datos de las demás encuestas publicadas en los últimos días, se da por hecho que Ciudadanos (C's) podría perder su representación parlamentaria. Pero con ello los ciudadanos castellanoparlantes, pero también los catalanoparlantes, perderían la única representación parlamentaria que defiende verdaderamente sus derechos como ciudadanos libres de una España plural y democrática.

Especialmente durante la presente legislatura catalana el gobierno del nacionalismo feroz liderado por Montilla (PSC), Carod Rovira y Puigcercós (ERC) y Saura (ICV) ha ido apretando cada vez más las tuercas de la exclusión y de la represión. Los ejemplos más llamativos son las multas lingüísticas a comercios que sólo rotulan en español, a empresas que no ofrecen información al cliente en catalán y la amenaza de multas sustanciosas a cines que no cumplen las cuotas de películas en catalán. A todo ello se añaden el fomento de la delación anónima para la imposición de multas lingüísticas, la represión del uso del español en los patios de los colegios, la coacción a profesores que osan de hablar en español con los padres de sus alumnos, la prevalencia del dominio del catalán para acceder a puestos de trabajo en la administración y la sanidad, con el consiguiente deterioro de la calidad de los servicios, la falta de mano de obra cualificada y la inviabilidad de muchos negocios. 

El apoyo explícito del ejecutivo de Montilla (PSC) a las iniciativas plebiscitarias ilegales de sus coaligados de ERC para dar la impresión de que los catalanes quieren la independencia, con amplio despliiegue mediático también en otros países europeos, cuando en realidad el porcentaje de independentistas sigue manteniéndose en el 18%, sobre todo si no se tienen en cuenta los "votantes" ilegales (menores de edad, extranjeros), da a Cataluña adicionalmente una imagen de inseguridad jurídica e inestabilidad política que son todo menos favorables a las inversiones en dicha región.

Para el bien de Cataluña y sus ciudadanos, es fundamental que se mantenga una fuerza política no nacionalista que en los meses pasados ha demostrado con más vehemencia que nunca que es necesaria, pues es la única que denuncia los atropellos de los derechos de los ciudadanos por parte del ejecutivo catalán. A mucha diferencia del Partido Popular, Ciudadanos ha seguido firme en la defensa de la libertad y en no hacer concesión alguna a los nacionalistas, mientras la señora Sánchez Camacho (PP) ha practicado un acercamiento a los nacionalistas de CiU con el único afán de asegurarse un poco de poder en un gobierno liderado por CiU. Pero votar al PP es tanto como votar a CiU, mientras que un fortalecimiento de Ciudadanos (C's) supondría disponer de una verdadera fuerza de control en el parlamento para garantizar que se cumpla la Constitución y que se sigan los derechos legítimos de los ciudadanos no dispuestos a dejarse subyugar por la vorágine nacionalista.

Está claro que esa posibilidad de la continuidad de un incómodo Partido de la Ciudadanía en el hemiciclo catalán molesta especialmente a los grandes partidos y al PP, pues puede suponer tener que depender de sus votos si CiU no alcanza la mayoría absoluta -en ningún caso deseable-. Pero ¿cómo podrían conseguir eliminar a Ciudadanos?

La aparición de UPyD, el Club de Amigos de Rosa Díez, en Cataluña es bastante reciente. Dicho partido no cuenta con ninguna presencia real en los municipios catalanes. Por añadidura, ahora está liderado por un antiguo diputado de C's que -igual que antaño- es un expertio en crear tensiones y divisiones internas. UPyD no tiene ninguna posibilidad de alcanzar un escaño en el parlamento catalán, pero sí podría complicar las cosas a Ciudadanos, pues por muy pocos votos que obtenga, podrían ser los necesarios para que C's revalide o aumente su respresentación parlamentaria. Éste es el punto que interesa a los grandes: usar a UPyD para acabar con C's y garantizarse así el poder absoluto para imponer con más vehemencia ese nacionalismo que tanto daño ha hecho a Cataluña y a España.

Votar a UPyD en Cataluña supondría, por tanto, no sólo inutilizar el voto no nacionalista, sino acabar definitivamente con toda oposición eficaz al nacionalismo. Rosa Díez es una irresponsable. No le interesa en absoluto la defensa de los intereses y derechos de los ciudadanos, sino sólo su propia supervivencia política. En su partido creen que al eliminar a C's del panorama político español, ellos podrían hacerse a medio plazo con un voto no nacionalista, pero olvidan que cuatro años son mucho tiempo y que no es lo mismo defender posiciones de C's que dejarse deslumbrar por el proyecto político magenta que no es sino un gran fraude al servicio de los grandes partidos, a los que no les interesa que se afiance una tercera vía y que quieren evitar a toda costa. La vida política de Rosita la Pastelera está en su fase final, y ella quiere sacar el máximo beneficio del tiempo que le queda.

Para Cataluña sólo queda una alternativa para salvar el estado de derecho y garantizar que los derechos constitucionales de los ciudadanos españoles en Cataluña cuenten con una digna representación en el Parlamento catalán, liderada por Albert Rivera, seguramente el político más brillante con el que cuenta actualmente la política española. Con sus planteamientos diferentes y el entusiasmo de sus militantes, su partido cuenta con la mejor base para poder seguir creciendo en toda España y ofrecer una verdadera regeneración de la política en todos sus ámbitos.


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Este vídeo de la intervención bilingüe de Albert Rivera en la cámara catalana sobre los 30 años de autonomía en Cataluña es una demostración brillante de la claridad de ideas del diputado de Ciudadanos:





Aquí este enlace ilustra muy bien la situación interna de UPyD. ¿Quién se puede fiar de un tránsfuga que ya dio el espectáculo en tiempos pasados? Algunos no cambian nunca. Unión Patetismo y Desequilibrio.



5 comentarios:

Paula dijo...

Hola! acabo de conocer tu blog y me ha parecido muy interesante tu entrada. La verdad es que lo que pase en Cataluña afecta a toda España y sus elecciones serán seguidas con gran interés en todo el país.
Espero que, como dices, Ciudadanos no se caiga del Parlament. Son un partido con un perfil político muy elevado y unas grandes dosis de humanismo; carente en la mayoría de las formaciones políticas.
Tampoco me simpatiza Rosa Díez, apareció vendiendose como una suerte de Ciudadanos a nivel nacional y resultó ser todo una gran mentira. Independientemente de que pueda tener razón en algunas de sus acusaciones, ella mantiene una actitud autoritaria y chulesca muy desagradable. Además de que no disimula en absoluto le bailará el agua a quien haga falta (menos al Psoe, donde tampoco la quieren, claro)para tener su cota de poder.

A ver en qué queda todo!
Un saludo.

ricardo dijo...

Hola,autor del blog. Querría preguntarte por cuál es a tus la característica que debe tener una encuesta para resultar veraz.

Atreides dijo...

Gracias, Paula, me alegro que coincidamos en la opinión sobre R10.

Ricardo, para que una encuesta sea fiable tiene que tener un elevado núme ro de encuestados y un margen de error inferior al 1%. Además, debe realizarse por institutos independientes políticamente. Los diarios importantes de Cataluña están en manos de los partidos nacionalistas, por lo que cara al público dan los resultados como les guste más. Sería importante saber el perfil de los encuestados.
La Vanguardia es incoherente, ya que la primera encuesta publicada por ella parecía ser similar a la del CEO, mientras que en la segunda dieron un 0,1% a C's, Esto es inverosímil. Preguntar sólo a 1.000 personas es demasiado poco. Además, ninguna encuesta publicada refleja la intención de votos por provincias.

ricardo dijo...

¿Y crees que el Centre d'estudis d'opinió es políticamente independiente? No sé si sabes que es un organismo público de la Generalitat, y que la Generalitat es esa empresa en la que los nacionalistas colocan enchufados a los de sus partidos.

Además me he tomado la molestia de mirar la ficha técnica encuesta del CEO, y es una muestra de 2000 personas con un error muesttral del casi 3%. Así que me parece a mí que tu criterio por el que una encuesta veraz es la coincidencia entre lo que augura para C's y el resultado que tú deseas.

En realidad el 3% de error no es muy grande. Significaría que en cada distribución muestral habría un posible 3% de error, es decir, que se aplicaría la incertidumbre máxima de +3% y -3% del número de personas que dicen haber contestado que votarían a Ciudadanos. O sea, si son 18 de 2000 podría variar en menos de uno. Aunque también es verdad que no tenemos forma de saber el error real, por lo que poco importa.

Por otro lado, todos sabemos que las encuestas no son nada sólido a lo que podamos agarrarnos, y que todos los partidos políticos las utilizan como arma política. Y si Ciutadans es un partido político no me extrañaría que se hubiese lanzado la consigna de acogerse a la argumentación de esta entrada, pero lamentablemente el CEO no es un organismo independiente.

Personalmente tengo miedo de que Ciutadans no saque representación, y creo que es lo más probable, porque la tendencia en las otras elecciones así lo indica. Lo que me preocupa es que el no-nacionalismo no tenga un plan B en el que basar su estrategia en el caso de que fracasen.

Atreides dijo...

Te doy la razón, Ricardo, de que el CEO no es un organismo independiente y que el margen de error es elevado también. Pero llama la atención que las dos primeras encuestas publicadas daban a C's al menos 3 diputados, mientras que las demás (me parece que han sido tres) no dan ninguna.
Tampoco parece verosímil que un partido que está desarrollando mucha actividad se mueva entre un 0,1 y un 1,2% de intención de voto total, en un intervalo de tiempo de dos semanas.
Aún así me parece que la encuesta del CEO es la más razonable y puede que incluso sea más objetiva. 2000 encuestados no son mucho, pero más que 1000. Pero como siempre, no nos podemos fiar de las encuestas públicas, en todo caso de las que encarga un partido para uso interno. También está claro que en Barcelona la situación es diferente a la de las otras tres provincias, y la falta de diferenciación de los datos hace que la información ofrecida sea insuficiente.
En las elecciones de 2006 a C's no le daban ni un diputado y sacó tres. Sólo nos queda confiar en el buen criterio de los votantes y la fidelidad de los que votaron a C's en 2006.