23 octubre 2010

Es mejor morir de pie que vivir arrodillado

Bonjour Tristesse
Muy mal tienen que ir las cosas para el Partido Patético Compulsivo (PPC) liderado (es un decir) por Alicia Sánchez-Camacho. Después de haberse arrimado en exceso a los nacionalistas conservadores de Convergencia y Unión (CiU) de Artur Mas (proclive a declararse también separatista, no sé si de verdad o sólo para captar algún que otro voto separatista de otros partidos como ERC), y tras limpiar el partido de antinacionalistas como Daniel Sirera y Montse Nebrera, el PPC no ha dudado en hacerse con un grupo de antiguos afiliados de Ciudadanos (C's), que por sorpresa y en paquete se afilian al PPC a sólo un mes de las elecciones catalanas.

Sin hacer ruido, dicen, cuando el PP se ha asegurado colocar la noticia en algunos medios nacionales como si fuera un notición de órdago, Esperanza García, que fuera número uno de C’s en las municipales de 2007 por Barcelona, qué casualidad justo ahora ha anunciado públicamente su afiliación al PP de Cataluña: “Vamos a trabajar con más esfuerzo y ahínco que lo hicimos en Ciudadanos”. ¿Ah sí? Sería en las municipales de 2007, porque después el esfuerzo ha sido mínimo. Además, ¿van a luchar contra el nacionalismo en un partido rendido ante los nacionalistas con tal de pillar cacho tras las elecciones? Me huele esto a que aquí hay algunos más que quieren pillar, y al haberse quedado fuera de la lista de C's por Barcelona para las catalanas se han vendido al mejor postor. Eso me suena a lo que pasa en UPyD. Son las cosas buenas que tiene la dedocracia, si te fichan por interés te colocan en listas y donde dije digo digo diego.

Junto a Esperanza, el PPC cuenta con Agustín Altés, desde hace tiempo alejado de la actividad del partido y que lleva un tiempo alabando de forma casi enfermiza al PP en su perfil en Facebook. Su blog, de escasa actividad, con algunos contenidos nada compatibles con el ideario de C's, sigue aún en Red Ciudadana a pesar de despotricar contra C's en otros foros. Tras estos dos fichajes, el PPC anuncia que en las próximas fechas prevé que un nuevo grupo de unos 10 ó 15 ex militantes de Ciudadanos den el mismo paso hacia el PP, lo que suena a trola electoralista como para dar la impresión de que en C's podría haber un trasvase masivo de afiliados a un partido que lleva al menos una legislatura que no ha hecho otra cosa que arrodillarse ante los nacionalistas.

No menos sorprendentes son las palabras de Esperanza García para justificar su pase a las filas peperas. Afirma que "es la concentración del voto no nacionalista en Cataluña", dando por sentado que los votantes de C's provienen en gran parte del PP, cuando esto no es así.  Según ella, se trata de erradicar la “marginalidad” (es decir, fomentar el bipartidismo inmovilista) en la que se mueve la formación liberal-progresista de Ciudadanos y ha dejado claro que los que ahora se afilian al PP quieren “seguir caminando” en la defensa de la “convivencia” (es decir, sumisión), porque “es mucho lo que nos une”, en referencia al lema electoral de Sánchez-Camacho, y porque el PP, desde su punto de vista, es “una casa de futuro”, “amplia”, “plural” y “de consenso”.

Olvida la señora García lo que dijo Rajoy en 2008 en el congreso del PP que le reeligió sin alternativa a la vista: "Si alguien se quiere ir al partido liberal o al conservador, que se vaya". De plural, amplio y de consenso no hay nada en el PP, sólo hay imposición, dedocracia y un aire más rancio que en una mantequería en quiebra.

Se pregunta uno, al leer semejantes incoherencias, en qué mundo vive Esperanza García. No debe haber seguido muy de cerca la evolución del PP y sus congresos búlgaros. Ya decía yo en este blog el 2 de julio de 2008:

"Lo del PP es de traca, para no decir de pena o de vergüenza ajena. Tras el congreso a la búlgara, con su candidato único y su lista única nombrada a dedo por Rajoy, ahora continúa la limpieza a toda máquina. La democracia se queda en el camino, o se podría preguntar retóricamente al más puro estilo leninista: ¿Democracia? ¿Para qué? ¿Para quién?

Si hasta hace unos días parecía que había hasta tres candidatos para presidir el PP de Cataluña, ahora sólo queda una, una que ha sido impuesta por Génova y en detrimento de los demás. Ni Daniel Sirera ni Alberto Fernández Díaz tienen el valor de presentarse y aceptan la retirada tras entrevistarse con Ana Mato (aquí te pillo, aquí te mato), quedando sólo la incertidumbre de Montserrat Nebrera [despejada con su salida del PPC en 2010 para montar su propia candidatura, igual de patética que el partido que dejó].

El PP es un partido sin democracia interna. Los candidatos se imponen desde Génova sin intervención de las bases. Según se comenta en la radio, la candidata impuesta es una progre catalanista: Alicia Sánchez-Camacho. Con ella tocará el fin del PP en Cataluña, pues por ahora Sirera parecía un poco mejor que Piqué, pero ya con la nueva propuesta única, en Cataluña a este partido lo va a votar su p... m....
Este es el nuevo PP de Rajoy. ¡Viva el despotismo! Un partido que actúa de esta forma no puede pretender que le creamos que defiende la Constitución. El PP no es un partido democrático, es una empresa de un grupo de amiguetes que decide todo desde la sede principal. Rajoy se ha propuesto o de acabar con el PP para allanar el camino al P$O€ o no está en sus cabales. Lo que tiene que dar el PP a un demócrata de verdad son náuseas. A mi al menos me las da. Sólo queda una duda: ¿Quiénes serán los dos negritos que faltan? Eso sin contar con la estampida de afiliados que, sin duda, continuará tras el congreso del PP de Cataluña."

Esperanza García ha tenido el desparpajo de afirmar en su discurso de ingreso "que el cambio programático del PP a nivel nacional, con Mariano Rajoy a la cabeza, en materia lingüística, así como las medidas adoptadas por los gobiernos autonómicos de Galicia y el País Vasco, donde el PP es parte fundamental, han sido también motivos de peso para afiliarse al partido conservador". ¿El PP? El PP practica la inmersión lingüística nacionalista en Galicia y en Valencia, y tampoco en Baleares se había opuesto a la imposición cada vez más feroz del catalán mallorquín al más puro estilo montillesco.

Para García, el voto útil es fundamental (olvidando que votar al PPC es lo más inútil que se puede hacer si se quiere parar los pies al nacionalismo) y, en este sentido, ha advertido que “no vamos a seguir callados” frente al nacionalismo “desbocado” de CiU y ha manifestado su predisposición a llevar a cabo “políticas sin complejos” desde “la militancia de base” para que el PP “pueda formar gobierno”, tanto a nivel autonómico como a nivel nacional. ¿Sin complejos? ¿En un PP arrodillado ante Artur Mas?

El éxito de la presentación de campaña de Ciudadanos (C's) en Barcelona el pasado 16 de octubre debe haber complicado aún más las cosas para los fariseos del PP. Sólo así se explica el triste espectáculo montado con dos resentidos ex miembros de C's. Ellos ya verán dónde se han metido, porque tras las elecciones todo volverá a ser la misma indefinición y ambigüedad que practica el PP desde siempre.

A algunos no les importa vivir de rodillas para chupar del bote. Pero esa no es la actitud adecuada para cambiar las cosas en España. Por eso, si hay que morir, que sea de pie y con la cabeza bien alta. Por eso Ciudadanos (C's) llama a la rebelión, no a la sumisión. La situación de Cataluña y de España sólo se puede cambiar con decisión y valentía aún contando con que se puede fracasar. Pero al menos hay que intentarlo. Claudicar es aceptar lo que hay, y el conformismo nunca mejora las cosas, las empeora.

Esperanza y Agustín no son valientes ni saben vivir de pie. Su golpe de efecto es, además, una muestra de falta de honradez. Demuestran su incapacidad de rebelarse contra la política actual. Por eso se han ido de C's. Porque para estar en C's hay que ser rebelde, no conformista.

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Recomiendo mi serie sobre los Diez Negritos y el PP y los análisis del congreso del PP de 2008 (véanse los enlaces a continuación) y De fariseos y experimentos de caída libre: El PP ensaya nacionalismo light y palabrería hueca.

Impasible el ademán:... El Partido Popular entre la chulería y el inmovilismo 

 

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