El domingo, 27 de septiembre de 2009, Alemania elige a los diputados federales de la Dieta Federal. Las elecciones son cruciales por la situación económica mundial, pero sobre todo porque significan para este país una decisión importante sobre el camino a escoger, pues se encuentra ante una encrucijada sin retorno posible.
Desde hace cuatro años, la política alemana está en una situación de impás. A falta de mayorías claras, en 2005 no hubo otra salida que una gran coalición entre populares (CDU-CSU) y socialistas (SPD). La mentalidad alemana, sumamente cuadriculada cuando se trata de improvisar nuevas constelaciones, impidió entonces una coalición de nuevo cuño como podría haber sido entre populares, liberales y verdes. En lugar de intentar algo completamente nuevo se optó por lo malo conocido.
La actual crisis económica ha contribuido a un cambio importante de los esquemas mentales de la población, pero no de los políticos. Una población mayoritariamente apolítica, completamente desinteresada en la política y que ni siquiera ve las noticias en televisión, se ve con un problema como el riesgo del desempleo y la marginación social. Los partidos de la izquierda han conseguido, además, una desinformación grave en lo que se refiere a la protección social y a la historia política del país.
Mucha gente del actual este de Alemania, es decir, de los estados federados surgidos de la antigua RDA, la zona de ocupación soviética, que se integraron en la Alemania Occidental en 1990, sigue fiel a su partido "nacionalista" de los comunistas, en parte por los errores cometidos por Kohl al establecer diferencias entre este y oeste (que parcialmente siguen existiendo tras 20 años), en parte porque los que vivían bien con el régimen comunista votan a su partido por pura nostalgia.
Es ya tradicional un programa en la cadena alemana Prosieben titulado TV Total que la noche anterior a las elecciones (en Alemania no existe la jornada de reflexión) celebra un debate con los líderes de los partidos representados en el parlamento, que suelen ser los presidentes o cabezas de lista nacionales. El debate es mucho más interesante que los otros que negocian los líderes de los dos partidos mayoritarios, separados de los líderes de los tres partidos minoritarios.
La última vez (2005), el pronóstico de Prosieben fue bastante certero con respecto de la tendencia del voto real, aún teniendo en cuenta que las votaciones telefónicas suelen ser poco representativas de la intención de voto verdadera, ya que los partidos pequeños movilizan a más gente para llamar que los grandes.
Estos son los resultados:
Partido / Resultados reales 2005 / Pronóstico Pro7 2005 / Resultados 2009 / Ponderado 09
CDU-CSU (populares) 35,2% / 34,5% / 26,6% / 31,5%
SPD (socialistas) 34,2% / 30,2% / 17,7% / 16,8%
FDP (liberales) 8,1% / 13,7% / 19,9% / 14,5%
Verdes 9,8% / 8,8% / 15,4% / 14,4%
Comunistas 8,7% / 10,8% / 20,5% / 16,8%
Llama la atención que en las votaciones por estados federados los socialistas pierden de media un 19-20% en todos ellos, mientras que los otros partidos varían. Los liberales quedaron casi siempre detrás de los populares y delante de los socialistas, mientras que los comunistas en algunos estados llegan a superar el 40 y 50%, aunque evidentemente movilizaron a muchos simpatizantes para que llamaran para votar. También influye que esta cadena la ve un público poco proclive a posiciones más conservadoras, pero sí se desprende una tendencia clara: Liberales y comunistas son los únicos partidos que logran movilizar a su electorado y cosechan a los que están descontentos con populares y socialistas, respectivamente.
Un efecto no tenido en cuenta son Los Piratas, que podrían arañar bastantes votos de Verdes y comunistas. En el debate, el representante de los Verdes incluso cometió el error de hablar a favor de los Piratas, lo que seguramente tendrá influencia sobre los indecisos proclives a votar los Verdes.
Si contra todo pronóstico los comunistas se situaran en segunda posición detrás de la CDU-CSU (altamente improbable), el panorama se complicaría, ya que los socialistas del SPD se verían ante la tesitura de tener que coaligarse con CDU-CSU y FDP para formar una macrocoalición o aliarse con Verdes y comunistas, lo que sería tanto como certificar su defunción, porque en este caso los comunistas absorberían triunfantes a los socialistas, con lo que se restablecería lo que era el Partido Socialista Unificado (comunista) de la Alemania soviética de 1946, creado antes que el estado del este.
Si los Piratas lograran entrar en el parlamento superando la barrera del 5%, las fuerzas se redistribuirían, sobre todo a costa de los Verdes y los comunistas, pero en parte también de los socialistas. Esta situación podría complicar aún más la formación de un gobierno, lo que seguramente harían inevitable un cuatripartito entre CDU-CSU, FDP y SPD.
Un tripartito entre SPD, Verdes y comunistas (Die Linke) supondría una deriva del país que implicaría un hundimiento económico y social sin precedentes y un estado semicomunista.
Mañana se celebran también elecciones en los estados federados de Brandemburgo y Schleswig-Holstein que pueden deparar más sorpresas.
Será una jornada electoral de máximo interés por lo incierto de los resultados. A las 18:00 horas cierran los colegios electorales, los resultados definitivos no se esperan antes de las 22:00 horas, aunque ya se sabrán aproximadamente a las 20:00 horas.
Desde hace cuatro años, la política alemana está en una situación de impás. A falta de mayorías claras, en 2005 no hubo otra salida que una gran coalición entre populares (CDU-CSU) y socialistas (SPD). La mentalidad alemana, sumamente cuadriculada cuando se trata de improvisar nuevas constelaciones, impidió entonces una coalición de nuevo cuño como podría haber sido entre populares, liberales y verdes. En lugar de intentar algo completamente nuevo se optó por lo malo conocido.
La actual crisis económica ha contribuido a un cambio importante de los esquemas mentales de la población, pero no de los políticos. Una población mayoritariamente apolítica, completamente desinteresada en la política y que ni siquiera ve las noticias en televisión, se ve con un problema como el riesgo del desempleo y la marginación social. Los partidos de la izquierda han conseguido, además, una desinformación grave en lo que se refiere a la protección social y a la historia política del país.
Mucha gente del actual este de Alemania, es decir, de los estados federados surgidos de la antigua RDA, la zona de ocupación soviética, que se integraron en la Alemania Occidental en 1990, sigue fiel a su partido "nacionalista" de los comunistas, en parte por los errores cometidos por Kohl al establecer diferencias entre este y oeste (que parcialmente siguen existiendo tras 20 años), en parte porque los que vivían bien con el régimen comunista votan a su partido por pura nostalgia.
Es ya tradicional un programa en la cadena alemana Prosieben titulado TV Total que la noche anterior a las elecciones (en Alemania no existe la jornada de reflexión) celebra un debate con los líderes de los partidos representados en el parlamento, que suelen ser los presidentes o cabezas de lista nacionales. El debate es mucho más interesante que los otros que negocian los líderes de los dos partidos mayoritarios, separados de los líderes de los tres partidos minoritarios.
La última vez (2005), el pronóstico de Prosieben fue bastante certero con respecto de la tendencia del voto real, aún teniendo en cuenta que las votaciones telefónicas suelen ser poco representativas de la intención de voto verdadera, ya que los partidos pequeños movilizan a más gente para llamar que los grandes.
Estos son los resultados:
Partido / Resultados reales 2005 / Pronóstico Pro7 2005 / Resultados 2009 / Ponderado 09
CDU-CSU (populares) 35,2% / 34,5% / 26,6% / 31,5%
SPD (socialistas) 34,2% / 30,2% / 17,7% / 16,8%
FDP (liberales) 8,1% / 13,7% / 19,9% / 14,5%
Verdes 9,8% / 8,8% / 15,4% / 14,4%
Comunistas 8,7% / 10,8% / 20,5% / 16,8%
Llama la atención que en las votaciones por estados federados los socialistas pierden de media un 19-20% en todos ellos, mientras que los otros partidos varían. Los liberales quedaron casi siempre detrás de los populares y delante de los socialistas, mientras que los comunistas en algunos estados llegan a superar el 40 y 50%, aunque evidentemente movilizaron a muchos simpatizantes para que llamaran para votar. También influye que esta cadena la ve un público poco proclive a posiciones más conservadoras, pero sí se desprende una tendencia clara: Liberales y comunistas son los únicos partidos que logran movilizar a su electorado y cosechan a los que están descontentos con populares y socialistas, respectivamente.
Un efecto no tenido en cuenta son Los Piratas, que podrían arañar bastantes votos de Verdes y comunistas. En el debate, el representante de los Verdes incluso cometió el error de hablar a favor de los Piratas, lo que seguramente tendrá influencia sobre los indecisos proclives a votar los Verdes.
Si contra todo pronóstico los comunistas se situaran en segunda posición detrás de la CDU-CSU (altamente improbable), el panorama se complicaría, ya que los socialistas del SPD se verían ante la tesitura de tener que coaligarse con CDU-CSU y FDP para formar una macrocoalición o aliarse con Verdes y comunistas, lo que sería tanto como certificar su defunción, porque en este caso los comunistas absorberían triunfantes a los socialistas, con lo que se restablecería lo que era el Partido Socialista Unificado (comunista) de la Alemania soviética de 1946, creado antes que el estado del este.
Si los Piratas lograran entrar en el parlamento superando la barrera del 5%, las fuerzas se redistribuirían, sobre todo a costa de los Verdes y los comunistas, pero en parte también de los socialistas. Esta situación podría complicar aún más la formación de un gobierno, lo que seguramente harían inevitable un cuatripartito entre CDU-CSU, FDP y SPD.
Un tripartito entre SPD, Verdes y comunistas (Die Linke) supondría una deriva del país que implicaría un hundimiento económico y social sin precedentes y un estado semicomunista.
Mañana se celebran también elecciones en los estados federados de Brandemburgo y Schleswig-Holstein que pueden deparar más sorpresas.
Será una jornada electoral de máximo interés por lo incierto de los resultados. A las 18:00 horas cierran los colegios electorales, los resultados definitivos no se esperan antes de las 22:00 horas, aunque ya se sabrán aproximadamente a las 20:00 horas.
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