04 marzo 2011

Ahorro energético a marchas forzadas de un gobierno acorralado

Muy mal tienen que ir las cosas en España a juzgar por las últimas medidas improvisadas de ahorro energético. No sólo nos obligarán a ir a paso de tortuga por las autopistas, también quieren apagar la mitad de las farolas y obligar a cambiar de neumáticos.

Pero no puede ser una emergencia general, porque ningún país europeo ha tomado semejantes medidas hasta el momento, alguno incluso ha aumentado el límite de velocidad de 120 a 130 km/h.

Lo que sí me parece razonable, al margen de lo sorpresivo de la medida, es reducir el alumbrado público en las carreteras, poco transitadas por las noches y las madrugadas. España es campeona en derroche de luz y sorprende siempre de nuevo ver de madrugada las autopistas de Madrid iluminadas a lo largo de 50 kilómetros en cada una de las más de diez salidas de autopistas y autovías de Madrid.

Ahora muchos critican que con eso disminuirá la seguridad vial, pero lo dudo seriamente. En Alemania, por ejemplo, el alumbrado público está bajo mínimos desde hace décadas. Llegar a Berlín en avión por la noche es no ver apenas la ciudad. Madrid, en cambio, es un mar de luz. Siempre pensaba que sería una buena medida reducir a la mitad todas estas farolas encendidas, al menos a partir de una hora prudencial.

El alumbrado público español es el de mayor gasto eléctrico por habitante en Europa, según un análisis realizado por el grupo de Estudio de Contaminación Lumínica de la Universidad Complutense (UCM), que ha comparado el gasto eléctrico en alumbrado público por habitante en diez países de la Unión Europea.

El trabajo pone de manifiesto que España tiene el récord europeo en consumo energético por habitante, con 118-114 kilovatios hora (kwh) al año por ciudadano, frente a los 90-77 de Francia o los 48-43 de Alemania, indica Alejandro Sánchez de Miguel, investigador del citado grupo, que pertenece al departamento de Instrumentación y Astrofísica Extragaláctica (GUAIX) de la UCM.

Sánchez ha señalado también que el incremento anual del gasto en alumbrado público se sitúa en un 4,7%, frente al 0,7% del crecimiento de la población, y que España es el país de la Unión Europea con mayor densidad de población en área construida, por lo que "iluminar debería ser mucho más barato que en otros países".

El mayor aumento de iluminación se ha dado "en las nuevas construcciones, como en Murcia, y en zonas de baja densidad de población, donde se ha duplicado y hasta triplicado en algunos casos el nivel de emisiones contaminantes", según Sánchez.

El portavoz del grupo de Estudio de Contaminación Lumínica, que está haciendo un catálogo de las imágenes de la Estación Espacial Internacional, ha concluido que, de hecho, "España es uno de los lugares favoritos de los astronautas para hacer fotos de noche, por lo fácil que resulta ya que además de despejado está muy iluminado".

Lo que no está muy claro es por qué el gobierno tiene ahora tanta prisa por ahorrar energía, cuando no ha hecho absolutamente nada durante siete años para gestionar el país de forma más razonable. Una medida buena sería quitar tres cuartas partes de los coches oficiales y la mitad de los aviones que usa el gobierno para viajes de señoritos.

Por otra parte, las medidas no afectan al gobierno. Como informa el ABC, el director general de la Policía de la Guardia Civil usó un avión militar para trasladarse de Madrid a Córdoba, con un coste superior a los 2.000 euros, cuando podría haber ido en el AVE por 150 euros. Zapatero, por puro capricho de los suyos, volvió de Abu Dhabi a Madrid para irse acto seguido a Túnez y contarles a los tunecinos la tragedia de su abuelo fusilado -sin decir que era porque trabajaba como agente doble para ambos bandos, listo que era uno y listo que es otro, cosa de los genes tal vez- y que luchaba tanto por acabar con Franco y lo feliz que se sentía por los tunecinos, ahora tan democratizados, mientras intentan a miles salir del país liberado y feliz para plantarse en Europa. Este momento inútil de gloria del presi ha supuesto un sobrecoste de 15.000 euritos, cuando con un plan de viaje más razonable podría haber recortado costes, por ejemplo haciendo noche en otro país por el camino. Con la poca falta que hace su presencia en España hasta podría haber ido en camello, por eso de ahorrar energía.

El gobierno, por tanto, no parece sentirse aludido por sus propias medidas, que las pagamos los ciudadanos. Sólo espero que con tanto diletantismo sea el PSOE quien pague el desaguisado el próximo 22 de mayo. Que las urnas sean como guillotinas virtuales cortando en seco a los socialistas todos sus chollos.

Y el último que apague la luz.


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